Asocia su proceso de trabajo con el automatismo, una técnica empleada a principios del siglo pasado por varios artistas – no sólo visuales, particularmente vinculados con dadá y el surrealismo – cuyo propósito es la exploración constante de las áreas no conscientes de la mente, a partir de la ejecución de determinadas actividades mecánicas, repetitivas y – en principio – sin jerarquías formales; cualquier elemento distinguible para el que explora, merece cobrar presencia inmediata dentro de la imagen.